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¿Cómo
se purga un caracol?
Querido helicófago o malacófago: (Mmm... te preguntarás si será un
insulto...)
¡Qué ricos los caracolitos! Hay quien piensa que purgar los caracoles
consiste en lavarlos y que estén limpios de babas... pero no. La purga,
como su nombre indica, consiste en tener estos moluscos a dieta purgante
(nunca mejor dicho) durante un par de días con el fin de que defequen y
expulsen todo ingrediente indeseable de sus intestinos. No sabemos por
donde han andado comiendo estos animalitos a los que les encantan
ciertas plantas venenosas para nosotros como alguna hiedra o seta
tóxica.
Mi método preferido de purga: Pongo a los caracoles en
una cesta tapada con un plato de agua, otro plato de harina, y un buen
montón de hojas de romero, laurel y tomillo. En dos o tres días, además
de estar bien purgados, incluso pueden estar más gorditos, y llevarán un
cierto gusto aromático en su interior.
Una vez purgados, deben lavarse muy bien con abundante agua salada con
vinagre para, acto seguido, cocerlos. Deben introducirse siempre en agua
fría y comenzar un fuego lento. Observamos y esperamos a que los
gasterópodos vayan saliendo de sus cáscaras (esto se denomina "engañar
al caracol"), y cuando ya están todos asomados ponemos el fuego a tope
para que hierva lo antes posible.
Trucos y Consejos: Puedes poner alguna hoja de laurel
en el agua, y con unos 5 minutos de cocción es suficiente. Así puedes
conservarlos hasta un par de días o el momento de cocinarlos. "Caracol,
col, col, saca los cuernos al sol" ¡Pobrecitos caracoles, pero qué
ricos!
Vaya nombrecitos en el diccionario que nos dice que un caracol es un
molusco gasterópodo: Un helicófago es un devorador de
caracoles, y un malacófago lo es de los moluscos.
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